El objetivo primario de un colaborador al momento de hacer parte de un equipo dentro de la organización será siempre mejorar sus condiciones y calidad de vida, buscando un bienestar propio o familiar y para ello el empleado da todo de sí en su desempeño laboral, a veces arriesgando su propio bienestar.
Vale la pena preguntarse qué es el bienestar o como está concebido al interior de las compañías, bienestar es estar en buen estado, una definición relativa que muestra que el término es aplicable a muchos momentos y escenarios de la vida, asociándolo habitualmente con acumular riquezas, y tener lujos.
Pero cuando nos referimos a un estado integral en el ámbito personal y organizacional hablamos de que el colaborador goce de una buena salud física, mental, emocional y espiritual, lo que lleva no solo a satisfacer las expectativas y necesidades personales, sino también las familiares y de la compañía. Y en esta última definición es donde podemos enmarcar el término bienestar laboral.
El buen estado integral en la compañía busca mejorar la cotidianidad del quehacer laboral a través de dinamizar las actividades realizadas por los colaboradores con el fin de mejorar las condiciones propias del desempeño del rol y la motivación del empleado frente a la organización.
Contar con un equipo de colaboradores de alto rendimiento y comprometido hace necesario que las organizaciones cuenten con políticas claras y orientadas a la gestión del talento humano que promuevan el desarrollo personal, calidad en la salud y bienestar.
El bienestar laboral de los trabajadores se ve materializado cuando la organización se muestra comprometida a través de la entrega de beneficios que satisfacen las necesidades del colaborador y lo motivan a seguir comprometido con el desarrollo y crecimiento de la compañía, cabe anotar que estos elementos no constituyen salario y pueden ser de índole legal o extralegal.
Muchos son los que piensan y lo han adecuado a una cultura que considera el trabajo como una necesidad que se refleja en términos negativos la relación salud-trabajo como un elemento que afecta el bienestar de los colaboradores, sin embargo existen evidencias de estudios científicos que afirman que el buen trabajo aporta a la salud y bienestar de los colaboradores, comparado con aquellos que no tienen una actividad laboral continua, quienes se desempeñan laboralmente gozan de mayor bienestar y una vida saludable. Situación que es directamente proporcional a las condiciones laborales y el manejo del estrés laboral de la organización.
El balance organizacional entre el bienestar laboral y las necesidades de la organización es más complejo que solo mencionarlos, pues requiere el compromiso decidido de la dirección y potenciar un clima laboral adecuado en la compañía. La percepción que tengan los colaboradores acerca del ambiente laboral es fundamental a la hora de definir el quehacer diario como bueno, ya que si este componente subjetivo no tiene resultados adecuados no se verá reflejado en el bienestar de la compañía.
En otras palabras, una apreciación positiva sobre las condiciones laborales de los empleados genera motivación y satisfacción, además de reflejar las características propias del buen trabajo o bienestar laboral tales como satisfacción, calidad, motivación y las exigencias propias del desempeño del rol.
El colaborador desarrolla su vida en tres momentos ligados entre sí: la organización, el hogar y el entorno social, todos ellos enmarcados en diferentes factores que generan impacto en la salud y bienestar del trabajador, de manera que no solo las actividades curriculares influyen sino también las extralaborales pues condicionan el desempeño y competencia del empleado.
Cuando se hace referencia al término trabajo suele asociarse con todos los bienes, servicios y resultados del quehacer laboral y se ve desde la perspectiva de la productividad, pero pocas veces se ve desde la concepción de la productividad del colaborador, en otras palabras desde el aporte de las personas al crecimiento desarrollo y evolución de la organización.
Incentivar, motivar, capacitar, crear sentido de pertenencia y generar bienestar, hace parte de la buena gestión del talento humano como recurso primario de la organización. Ya que tomando en cuenta factores como los antes mencionados se proyecta retener aquellos empleados que son elementales en el desarrollo de la empresa, es decir aquellos que se caracterizan por su desempeño, creatividad, proactividad, adaptación al cambio entre otros hábitos y competencias; otro equipo importante son las personas que han hecho carrera dentro de la compañía y que durante su experiencia han adquirido y desarrollado conocimientos de los diferentes procesos y que están preparados para compartir sus conocimientos con los nuevos funcionarios y promover la imagen e identidad de la organización.
La motivación de los colaboradores que desencadena en productividad es la razón de ser del bienestar laboral, es por ello que se hace tan importante contar con planes y programas enfocados a promover las buenas relaciones, un ambiente laboral adecuado y unas políticas claras que hagan sentir al colaborador el compromiso de la organización, además de ser una herramienta de mejoramiento continuo indispensable para medir y evaluar el desempeño, el bienestar social en la actualidad es una necesidad a la hora de pensar en marcar la diferencia y ser competitivos. Cabe anotar que son muchos los elementos que generan bienestar en los seres humanos, algunos de ellos trascienden el ambiente laboral y otros responden directamente al ámbito personal, pero es en la integralidad del concepto que puede ser puesto y entendido desde la organización y su importancia dentro del mercado.